viernes, 11 de mayo de 2012

Episodios I

Aristóteles no le gustan los episodios. De todos los acontecimientos, según el, los peores son los acontecimientos episodicos. El episodio no es ni una consecuencia indispensable de lo que antecedía ni la causa de lo que seguiría, se halla fuera de la cadena casual de los acontecimientos que forman una historia. Es una simple casualidad estéril, que puede ser suprimida sin que la historia pierda pierda su ligazón comprensible, y además no es capaz de dejar huella duradera en la vida de las personas. Van ustedes en metro al encuentro de la persona de su vida y, un momento antes de la parada en la que han de bajar, una joven desconocida, en la que no se habían fijado (ya que iban a encontrarse con la persona de su vida y no pensaban en nada mas) sufre un repentino desmayo y cae al suelo. Como están a su lado, la sujetan y la sostienen en sus brazos hasta que ella abre los ojos, segundos después. La sientan en un lugar que alguien deja para ella y, como en ese momento el tren empieza a frenar, se separan de ella con impaciencia para bajar y correr tras la persona de su vida. En ese momento la joven que tenia en sus brazos fue olvidada. Esta historia es un típico episodio. La vida esta llena de episodios, como un colchón lo esta de lana, pero nosotros no somos un tapicero y debemos eliminar todos estos rellenos de nuestra historia, aunque en la vida real no se componga precisamente mas que de rellenos como este. Yo estoy segura de que nadie puede garantizar que un acontecimiento completamente episódico no lleve dentro de si, una fuerza que haga de forma inesperada en la causa de otros acontecimientos.

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