miércoles, 19 de septiembre de 2012

Paréntesis.


Hablemos de ella, como si ella no fuera yo.

De cómo le tiene miedo al amor, pero no a toda clase de amor,  a tu amor, a que la lastimes, a quedar mal.
Hablemos de ella, para dejarla escapar.
Así sus palabras no te perjudicarán, ni sentirás que te lo dice mal.
Hablemos de ella no para dejarla huir, sino para que escape un poco y aclare su mente.
Le teme a los encierros y ha pasado muchos dentro de mi cabeza.
Hablemos de cómo odia pensarte, o pensar a veces en todo.
Hablemos de su fobia por la duda y de cómo cualquier muestra de ésta la hace retroceder los pocos pasos que ya había recorrido.
Hablemos de que tal vez no sabe lo que quiere y de que sabe que eso te desespera.
Hablemos de que nunca será de esas personas seguras, al menos no en esto.
Ella siempre buscará la manera de que le hagas saber que la quieres, de sentirse especial.
Y hablemos aún mas de sus idas y venidas de ese lugar lejos de este planeta que la mantiene soñando.
De las construcciones de lugares imaginarios que hace con su cabello y en donde se imagina feliz con alguien. Y se enmaraña, jamás se peina, porque le tiene que hacer honor a sus sentimientos, enredados y confusos.
Ella es incomprensible para ti, para muchos.
Hablemos de que nunca va a dejar que nadie se acerque lo suficiente para habitar ese bello lugar junto a ella hasta que se lo hayan ganado.
Hablemos de que tal vez te desesperarás y no la comprenderás.
Ella lo sabe y no quiere lastimarte, muchos se han ido, ya está acostumbrada.

Hablemos de que ella quisiera que te quisieras quedar.
Hablemos de que yo quisiera que te quedaras.